Manteniendo Sus Activos Seguros Con Una Fundación Suiza

Suiza tiene impuestos bajos, un gobierno descentralizado, y un entorno favorable a los negocios. Limitando con Francia, Italia, Alemania y Liechtenstein, es una federación de 26 cantones con cuatro idiomas oficiales: Alemán, Romanche, Francés e Italiano. A pesar de esta diversidad lingüística, este país Europeo sin salida al mar ha disfrutado de mucha tranquilidad junto con un sólido sistema democrático. Este artículo discutirá las Fundaciones Suizas, un instrumento Legal de Derecho Civil similar a los Fideicomisos de Derecho Común.

Tipos de fundaciones suizas

La definición estándar de "Fundación" es "un instrumento legal que posee activos que un fundador ha dedicado a un propósito específico". En el caso de las Fundaciones, el fundador delega la gestión de parte de su patrimonio y se desvincula de él. Es decir, la Fundación y el fundador son dos entidades legales separadas.

El término “utilidad pública” a menudo reemplaza a “caridad” en la legislación de Suiza. Según un informe de Credit Suisse, a fines de 2020, Suiza contaba con más de 13, 500 fundaciones que acumularon colectivamente 100 billones de Francos Suizos en activos. Según su influencia geográfica, las fundaciones serán supervisadas a nivel comunal, cantonal o federal. La Cruz Roja, por ejemplo, se maneja a nivel federal.

El Código Civil Suizo (SCC) cubre las fundaciones en los artículos 80 a 89, que dan cabida a entidades benéficas y de beneficio privado. Otras categorías de la Fundación son ocio y cultura, servicios sociales, salud, medio ambiente, educación, investigación y religión. Existen algunos especiales, como los fondos de pensiones del personal, las fundaciones de inversión y las fundaciones familiares.

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Mapa de Suiza

¿CÓMO FUNCIONA UNA FUNDACIÓN SUIZA?

El fundador se beneficia de la “libertad del fundador”, es decir, puede definir el propósito y estipular la estructura y las reglas de la organización. Cabe señalar que la redacción de tal propósito debe cumplir con el principio de certeza jurídica. En otras palabras, debe expresarse de manera que los futuros agentes rectores de la Fundación no puedan tergiversar su significado. Debe actuar como los fundamentos sobre los cuales las generaciones futuras y las Autoridades de Supervisión vigilarán la Fundación. En consecuencia, el fundador puede proteger su influencia a la hora de constituir la Fundación ya que puede otorgarse ciertos derechos, convertirse en presidente de cualquier Departamento de la Fundación, incluido el Directorio de la Fundación, constituir un órgano electoral, determinar las características que deben tener los futuros fideicomisarios, etc. Dado que pueden surgir conflictos de intereses, se alienta a los fundadores a designar paneles de expertos independientes (similares a un protector de Fideicomiso) junto con algunas comisiones internas. Designar miembros confiables es crucial.

El Fundador también puede equipar a este instrumento con múltiples propósitos que pueden perseguirse en un orden determinado o acumulativamente, o incluso cambiar los objetivos de la Fundación (en determinadas circunstancias y siempre con la autorización de la Autoridad de Control competente). Esto se llama el derecho a cambiar el propósito de la fundación. Solo el fundador puede reservarse este derecho. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se deben cumplir las siguientes condiciones para utilizarlo:

• Hay un propósito benéfico después de que se reemplace el anterior.
• Una vez establecida la fundación o modificada la finalidad, deben transcurrir al menos diez años.
• El Fundador haya estipulado que el propósito de la Fundación podría variar.

Además de eso, aunque el propósito debe ser “altruista”, una Fundación puede tener un propósito mixto, lo que significa que puede combinar objetivos caritativos y privados. Curiosamente, no puede actuar por interés individual, pero es posible establecerlo con fines políticos. Si se gestiona correctamente dentro del marco legal, el fundador puede proteger simultáneamente su patrimonio neto y trabajar en sus puntos de vista caritativos.

Una fundación Suiza ofrece una gran protección a su dinero

Respaldada por el Acta Fundacional (es decir, la Escritura de Fundador o la Escritura de Fundación) junto con el registro, la Fundación debe inscribirse en el Registro Mercantil. Esta Acta puede ser una disposición testamentaria o inter vivos (establecida en vida del fundador). Este documento comprenderá lo siguiente: 

• Una clara intención de crear la Fundación.
• Un propósito
• Un conjunto de bienes

En cuanto a los bienes, una Fundación debe poseer exclusivamente aquellos que puedan cumplir con su objeto (relación fin/medio). Los activos incluyen propiedad intelectual, bienes raíces, valores, efectivo, etc. Para establecer esta estructura, se requiere un capital mínimo de CHF 50,000. Aquí hay que tener cuidado porque la SCC permite que la Autoridad Pública intervenga e incluso tome los bienes para destinarlos a una Fundación en función de un fin similar. En otras palabras, es fundamental asegurarse de que el valor de los activos sea suficiente o al menos justificar que la Fundación recibirá suficientes donaciones en el futuro. Las fundaciones paraguas también son comunes, ya que en algunos casos, una fundación pequeña no es viable, por lo que una más grande puede absorberla y seguir su propósito junto con las originales.

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Su dinero siempre estará protegido por una fundación

FUNDACIÓN SUIZA E IMPUESTOS

Sólo las Fundaciones con fines benéficos pueden beneficiarse de la exención fiscal, a diferencia de las de beneficio privado, las cuales son consideradas como otra persona jurídica más en términos tributarios. El fundador de Fundaciones exentas de impuestos puede disfrutar de una deducción de hasta el 20 % de su base imponible excepto en el cantón de Basilea-Land, donde la deducción es ilimitada. Sin embargo, esta categoría privilegiada debe estar bajo el control de las autoridades Fiscales y de Supervisión. Los donantes (incluido el Fundador) que contribuyen libremente, dinero o incluso recursos obtienen una deducción en su impuesto sobre la renta y los impuestos sobre las ganancias.

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PAPEL DEL FIDEICOMISARIO EN UNA FUNDACIÓN SUIZA

Los fideicomisarios son responsables de la gestión adecuada y la asignación de riesgos de los activos y deben utilizarlos según sus conocimientos, capacidad y juicio. Otros principios que deben mantener son la diversificación del riesgo, la liquidez y la rentabilidad. Aunque a veces hay una línea delgada entre los tipos de inversión, estos son:

• Inversiones Socialmente Responsables: invertir en empresas que consideren en gran medida los impactos sociales y ambientales.
• Inversiones de impacto: un subconjunto de inversiones socialmente responsables dedicadas a la creación consciente de impacto social a través de la inversión.
• Modelos de financiación empresarial: consiste en invertir en empresas alineadas con los fines de la Fundación.

Aparte de las tareas anteriores, aquí hay algunas otras responsabilidades que tienen que realizar:

• Obtener valor por el dinero y, por ende, ayudar a la fundación a materializar su propósito.
• Registro financiero y contabilidad.
• Preparar y aprobar los estados financieros.
• Garantizar una adecuada gestión financiera.

Además, otras funciones relevantes son la notificación de la insolvencia inminente o el endeudamiento excesivo y la distribución pública de sus salarios. Las responsabilidades de due diligence les obligan a mantenerse informados sobre la situación de la Fundación. Un directorio debe lidiar con diversas normativas y problemas cotidianos internos que requieren amplios conocimientos en muchos campos como el derecho, asuntos financieros, la gestión de activos, etc. Por lo tanto, la contratación de profesionales externos para atender estos problemas es una práctica común. Luego, estas actividades deben ser observadas para que no haya conflictos de intereses. A pesar de la libertad del fundador, también existe la autonomía de los órganos de gobierno. En otras palabras, si las circunstancias exigen un cambio temporal de objetivos, los fideicomisarios pueden maniobrar siempre que conserven la identidad de la Fundación.

Zurich, Suiza

ConclusiÓn

En general, una Fundación Suiza se puede utilizar como un Fideicomiso si se opera correctamente. Si se le otorga el estatus de fundación benéfica, estará exento de impuestos, e incluso sus donantes (incluido el Fundador) obtendrán deducciones fiscales. Otro aspecto relevante es lo dinámico que es este instrumento legal. Dado que ofrece la posibilidad de variar su propósito de acuerdo con las circunstancias específicas y el logro acumulativo de metas, los fundadores pueden planificar cómo actuará la fundación a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, es imprescindible cuidar los conflictos de intereses y la vigilancia de las operaciones del día a día y registrar la Fundación con una cantidad suficiente de valor de los activos.