México es un popular destino turístico por sus paisajes, herencia histórica, deliciosa cocina y gente amigable. A pesar de que es cierto que los carteles y bandas criminales siguen operando en el país, siempre que tomes las precauciones básicas, estarás listo para ir. Pese a su peligro potencial, México sigue atrayendo bastantes turistas cada año. Pero eso no es todo...
Algunos expatriados deciden mudarse a México por su bajo costo de vida, mano de obra barata, buen clima, entre otros factores. Este país es el destino número uno para los estadounidenses que van al extranjero. Si bien México es popular entre los jubilados que buscan un buen lugar para aprovechar al máximo sus pensiones, este también cuenta con nómadas digitales y freelancers. Ahora que trabajar de forma remota es posible y se ha normalizado, incluso los trabajadores comunes se están mudando allí.
Puedes alquilar o comprar una propiedad si planeas mudarte a México. Sin embargo, no puedes poseer un lugar en cualquier parte del territorio mexicano porque la constitución del país prohíbe la propiedad extranjera de tierras dentro de la zona restringida. El artículo 27 de la constitución mexicana estipula que un extranjero no puede poseer tierras dentro de 100 kilómetros de distancia de cualquier frontera nacional y 50 kilómetros de cualquier océano.
Pero para cada ley, hay escape. Si sueñas con tener una propiedad frente al mar, puedes usar una corporación o un fideicomiso. Hoy te enseñaré lo más reciente.
México tiene bajo costo de vida, mano de obra barata y buen clima
El concepto de fideicomiso, en inglés "trust", ha existido por muchos años. Se cree que el emperador romano César Augusto fue un pionero en la industria de la gestión de bienes. Muchas civilizaciones han creado herramientas para asegurar su riqueza y pasarla a sus descendientes o viudas.
Con el tiempo, los fideicomisos se han vuelto más sofisticados, y en caso de que te quieras mudar al extranjero, un fideicomiso podría simplificar las inversiones, la gestión de bienes, y la protección del patrimonio. Dada su antigua condición de territorio español, México ha heredado un sistema de derecho civil, pero al igual que Mónaco, ofrece un fideicomiso particular.
La constitución mexicana prohíbe la propiedad extranjera de tierras en la zona restringida. No obstante, en 1973, el presidente Luis Echeverría modificó las leyes de inversión extranjera, permitiéndole a los extranjeros poseer propiedades allí. En 1922, Carlos Salinas de Gortari modificó la constitución para que un banco mexicano pudiera ser un intermediario entre los inversionistas extranjeros y el Gobierno Mexicano. Esto te permitirá poseer propiedades incluso en la zona restringida.
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México ha heredado un sistema de derecho civil y ofrece su fideicomiso particular
Como puedes ver, un fideicomiso es una vía de escape. En realidad, a través de este tipo de fideicomisos, el verdadero dueño de la propiedad es tu fideicomisario. Recordemos lo básico de un fideicomiso: Es un acuerdo de tres partes entre un otorgante, un fideicomisario y un beneficiario. El otorgante delega la gestión de sus bienes a un fideicomisario, el cual los gestionará de acuerdo a las instrucciones del otorgante. El fideicomisario debe seguir estrictamente la escritura de fideicomiso, dando así a los beneficiarios lo que les corresponde.
Un fideicomiso mexicano o fideicomiso bancario no es diferente. En resumen, esta herramienta legal le permite a los no mexicanos poseer y usar bienes inmuebles residenciales en México.
Como un acuerdo de tres partes, delegas la gestión de bienes a un fideicomisario, el cual debe ser un banco o entidad financiera mexicana. Sin embargo, de acuerdo con la ley mexicana, el bien no será parte de la cartera o el patrimonio neto de reservas del fideicomisario. Delegar responsabilidades podría lucir como una jugada riesgosa debido, en principio, a que no tienes control sobre los bienes, pero en la práctica, el fideicomisario debe seguir estrictamente las pautas de la escritura de fideicomiso. Y en la mayoría de los casos, el administrador de los bienes es el beneficiario u otros terceros. El beneficiario puedes ser tú.
El acuerdo del fideicomiso bancario ocurre entre un comprador extranjero y un banco mexicano. El banco representa al comprador y debe seguir las instrucciones del comprador extranjero. Entonces, el comprador (el propietario) puede mejorar, ampliar, alterar, construir, arrendar y vender la propiedad. En otras palabras, puedes usar la propiedad como te plazca e instruir a tu fideicomisario en qué hacer con ella, por ejemplo, traspasarla a un nuevo propietario o heredero.
Como nuevo propietario de un fideicomiso, escoger un fideicomiso bancario o institución financiera para gestionarlo es importante. Redactarás un acuerdo que describa los beneficios que recibirás que como el beneficiario primario y también nombrarás a un beneficiario secundario que heredará el fideicomiso en caso de muerte, invalidez o enfermedad mental. Constituir un fideicomiso generalmente requiere de una tarifa por adelantado, que ronda los $700 USD en promedio, y varía en base al tipo de propiedad y la institución escogida. También existen tarifas anuales que pueden diferir entre una institución y otra. El fideicomiso puede constituirse por un plazo de 50 años y puede ser extendido por otros 50 años al final del plazo si así se desea.
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Un fideicomiso mexicano o fideicomiso bancario le permite a los no mexicanos poseer y usar bienes inmuebles residenciales en México
Habiendo dicho esto, echemos un vistazo a cómo constituir un fideicomiso bancario mexicano:
Debes obtener permiso del gobierno mexicano para constituir un fideicomiso bancario mexicano
Los costos de mantenimiento de un fideicomiso bancario varían de acuerdo a varios factores, como la categoría de la propiedad, el banco que seleccionas, y los servicios que contratas. De cualquier forma, aquí hay algunos costos habituales:
Siempre es una buena idea ponerse en contacto con varios bancos para saber más sobre sus servicios y precios.
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Los fideicomisos bancarios mexicanos te permiten poseer bienes inmuebles como extranjero y usarlos como gustes
La constitución mexicana prohíbe, en principio, la propiedad extranjera de tierras en la zona restringida, pero un fideicomiso bancario mexicano es un excelente escape para saltarse esta regla. Con esta herramienta, puedes poseer bienes inmuebles y usarlos como gustes, incluyendo mejorarlos, rentarlos y venderlos. El banco actuará como un fideicomisario, y tú serás el beneficiario y la persona que establece cómo la propiedad será usada por 50 años.
Si necesitas ir más allá (sin juego de palabras), recuerda que tengo más de 20 años de experiencia como expatriado y he ayudado a otros aspirantes a expatriado a asegurar sus nuevas vidas en el extranjero. Si quieres reservar una sesión, contáctame y diseñaré el plan adecuado para ti.