Turquía ha solicitado oficialmente su membresía en los BRICS, que se espera que se anuncie en la cumbre de los BRICS que se celebrará en Rusia en octubre. Algunos funcionarios turcos declaran que la solicitud de Turquía a los BRICS es parte de su política de aumentar su influencia global y establecer nuevas alianzas más allá de sus aliados occidentales tradicionales. Otro detalle que llama la atención es que la postulación de Turquía se producirá durante el nuevo mandato de Rusia en la presidencia de los BRICS.
Hasta hace poco, la política exterior de Turquía siempre ha estado centrada en Occidente. Sin embargo, parece que Turquía, un miembro importante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), socio estratégico de Estados Unidos y candidato a la Unión Europea (UE), está experimentando un cambio en su política exterior.
Ahora resulta bastante difícil ocultar que hemos llegado al fin del mundo unipolar liderado por Estados Unidos. Durante mucho tiempo, las diferencias políticas y los conflictos de intereses entre las potencias occidentales tradicionales y el mundo en desarrollo se han hecho evidentes en Medio Oriente, Ucrania y Asia Pacífico. Observamos que las tensiones políticas con frecuencia se convierten en guerras candentes o conflictos armados. El orden económico y político mundial no puede continuar como antes. La nueva posición de Turquía es sólo un ejemplo sensacional de esta nueva economía-política global que se viene esperando desde hace tiempo.
En este nuevo período, estamos entrando en un período en el que muchos sectores económicos de Occidente nunca recuperarán su antigua gloria y las disputas internacionales conducirán a nuevos conflictos armados. Frente a todos estos acontecimientos, los expatriados no pueden determinar su dirección basándose únicamente en instituciones y políticas tradicionales. Debes tener un Plan-B para asegurar tu riqueza, tu libertad y el futuro de tu familia. Estaré encantado de guiarte en este viaje. Si no sabes por dónde empezar, suscríbete a nuestro boletín gratuito. Ahora, veamos lo que significa para Turquía ser miembro de los BRICS.
BRICS es una plataforma internacional que comprende Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Representa a las cinco principales economías emergentes y ganó cinco nuevos miembros a principios de este año con la participación de Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Egipto y Arabia Saudita. Los BRICS, que surgieron por primera vez a principios de la década de 2000, tenían como objetivo crear un bloque de poder económico y político alternativo al Bloque Occidental (América del Norte, Europa, el Reino Unido y sus países socios estratégicos).
Los países BRICS, especialmente Rusia y China, están siguiendo un enfoque estratégico para debilitar la hegemonía global del bloque occidental, particularmente de Estados Unidos. Esta visión de la subvención se puede dividir en algunos objetivos estratégicos. A continuación se ofrece una breve explicación de los objetivos estratégicos de los BRICS:
Orden mundial multipolar: Los líderes de los BRICS declaran con frecuencia la necesidad de un sistema mundial multipolar para equilibrar el poder hegemónico de Estados Unidos sobre los asuntos mundiales.
Moneda de reserva alternativa: Quizás el objetivo más ambicioso de los BRICS sea acordar una moneda de reserva alternativa para protegerse de las sanciones económicas lideradas por Estados Unidos. Estableciendo una moneda de reserva alternativa, Los BRICS pueden desarrollar instituciones financieras globales alternativas para reemplazar instituciones como el FMI y el Banco Mundial.
Poder geopolítico: La cooperación diplomática para establecer una agenda internacional común es otro objetivo asertivo de los BRICS.
Seguridad energética y de recursos: Asegurar el acceso a la energía y a recursos críticos es otro objetivo de los BRICS para equilibrar el poder geopolítico de Estados Unidos.
Postura contra las sanciones y el dominio militar liderados por Estados Unidos: Uno de los principales temas relacionados con la agenda de los BRICS es contrarrestar las sanciones o intervenciones militares lideradas por Estados Unidos. Los países BRICS, China y Rusia en particular, también ven las políticas occidentales de democracia y derechos humanos como intervencionistas y parecen dispuestos a defender su propia soberanía en este sentido.
Desarrollo tecnológico e industrial: BRICS busca la colaboración entre los estados miembros para reducir su dependencia de la tecnología y los sistemas industriales occidentales.
Los países BRICS tienen economías en rápido crecimiento que comprenden una gran parte de la economía mundial. Los países BRICS producen el 28% del PIB total del mundo y albergan aproximadamente el 40% de la población mundial. Los miembros del BRICS también tienen un poder militar sustancial, incluidas armas nucleares, y la membresía de Turquía podría complicar aún más el equilibrio de poder militar entre los bloques, ya que Turquía tiene el segundo ejército más grande de la OTAN.
Con sus grandes poblaciones, economías en ascenso y riqueza en recursos naturales, los países miembros desempeñan un papel importante en el comercio y la política globales. La importancia de los BRICS surge de sus estrategias para crear un equilibrio económico y político contra los aliados occidentales, especialmente Estados Unidos.
Sin embargo, el efecto global más importante de los BRICS sería impulsar el proceso de desdolarización. Este cambio tendría efectos devastadores en la economía estadounidense y en quienes invierten en activos denominados en dólares estadounidenses. También pondría fin a la utilización del dólar como arma al aprovechar la carta de triunfo de las sanciones económicas de Estados Unidos. Como resultado, el equilibrio global de poder cambiaría radicalmente. La estrategia más importante para la desdolarización de los BRICS es crear una nueva moneda basada en materias primas. Examinemos brevemente cómo funcionaría una moneda alternativa y sus consecuencias.
El valor de una moneda basada en materias primas es basado en oro, petróleo, gas natural, alimentos u otras materias primas valiosas. La moneda de los BRICS, basada en las materias primas, se basará en la riqueza de recursos naturales de los países miembros. Por ejemplo, Brasil es un importante productor de agricultura y minerales, Rusia de petróleo y gas natural, Sudáfrica de oro y otros metales preciosos, /y China de los metales industriales. Estos países pueden indexar el valor de sus monedas a estos recursos mediante el uso de un sistema de reservas basado en estos productos básicos en su comercio. Por tanto, esta moneda puede ser una alternativa al dólar en los mercados globales.
Uno de los mejores ejemplos de monedas basadas en materias primas es el comercio basado en el petróleo. Rusia y China tienden a alejarse del dólar y utilizar monedas locales en el comercio de petróleo y gas natural. Los impactos del apoyo de Arabia Saudita a este plan también serían enormes. Si este comercio se realiza en una moneda basada en materias primas desarrollada por los BRICS, esta nueva moneda podría estar directamente vinculada a los precios del petróleo.
La desdolarización puede tener consecuencias terribles para la economía estadounidense. En primer lugar, reducirá la demanda de dólares y aumentará las presiones inflacionarias en Estados Unidos. La disminución de la demanda de dólares estadounidenses aumentará los costos de importación y endeudamiento.
Cuando la inversión en bonos y bonos del Tesoro de Estados Unidos caiga drásticamente, Estados Unidos no tendrá ingresos alternativos para pedir prestado. Si bien es seguro que el gobierno estadounidense aumentará los impuestos en este escenario, también está claro que los ingresos tributarios disminuirán en una economía en contracción. El impacto de la deuda nacional estadounidense de 33 billones de dólares probablemente durará generaciones si Estados Unidos no puede vender al mundo la inflación que genera al imprimir dinero.
Además, una disminución de la demanda del dólar estadounidense podría generar incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros estadounidenses, y los inversores podrían alejarse de los activos estadounidenses. Además, el proceso de desdolarización tendrá un impacto negativo en la balanza comercial exterior y la competitividad de las exportaciones de Estados Unidos.
La eficacia de las sanciones globales de Estados Unidos se basa en el dominio del dólar en el comercio internacional. Por ejemplo, después de que Rusia invadió Ucrania, Estados Unidos y sus aliados congelaron las reservas de Rusia por valor de 300 mil millones de dólares y se apoderaron de muchos activos rusos. Estas sanciones restringieron en gran medida el acceso de Rusia al sistema financiero global y aumentaron sus costos y su capacidad para realizar transacciones.
Un escenario similar podría darse para China en Asia Pacífico. Por lo tanto, China está acelerando la desdolarización por temor a que Estados Unidos pueda imponerle sanciones en el futuro. China utiliza su propia moneda, el Yuan, más ampliamente en el comercio internacional. Invirtiendo fuertemente en reservas de oro y mantenerse alejado de los bonos estadounidenses para protegerse de los posibles efectos de las sanciones estadounidenses.
Si los países BRICS lideran con éxito el proceso de desdolarización, la fuerza de las sanciones impuestas por Estados Unidos al dólar disminuirá drásticamente. De esta manera se eliminará uno de los pilares de la estrategia geopolítica global de Estados Unidos.
La importancia geopolítica de Turquía como puente entre Europa, Oriente Medio y Asia la posiciona como un socio vital para Occidente en la gestión de la seguridad regional, el suministro de energía y el control migratorio
Debido a su ubicación geopolítica, Turquía desempeña un papel importante en la estabilidad y la seguridad regionales como puente que conecta Europa con Oriente Medio, Asia y el Cáucaso. Si bien protege las fronteras orientales de la Unión Europea, Turquía también se ha convertido en un socio indispensable para detener la migración irregular hacia Europa.
Turquía, que acoge a millones de refugiados, mantiene bajo control la migración irregular a Europa. Además, Turquía desempeña un papel importante a la hora de garantizar la seguridad del suministro energético de la UE como importante país de tránsito para el transporte de recursos energéticos a Europa. Muchas líneas energéticas que se extienden desde Oriente Medio hasta Europa pasan por Turquía, lo que hace que Turquía sea importante para garantizar la seguridad energética de Occidente.
Turquía ha sido un actor clave para equilibrar las estrategias de Estados Unidos contra Rusia. Su segundo ejército más grande en la OTAN, su ubicación estratégica en el Mar Negro y Oriente Medio, y su papel crítico en términos de seguridad energética hacen que Turquía sea indispensable para Estados Unidos. La base de la OTAN en la costa mediterránea turca también es crucial para Estados Unidos tanto en su intervención contra Rusia como en Oriente Medio.
Turquía tiene fronteras con regiones en crisis como Siria, Irak e Irán, y los acontecimientos en estos países pueden afectar directamente las políticas de seguridad de Occidente. La presencia militar y las políticas de seguridad de Turquía en la región son de importancia crítica para Occidente, especialmente en la lucha contra el terrorismo y la reducción de la influencia de grupos radicales como ISIS.
El bloque occidental, especialmente Estados Unidos, ve a Turquía como un socio importante para mantener su influencia en Medio Oriente y contrarrestar la creciente influencia de actores como Rusia e Irán.
Turquía está girando hacia los BRICS y las alianzas orientales, remodelando su política exterior y estrategia económica en medio de relaciones tensas con la OTAN y un apoyo occidental limitado
La política exterior de Turquía ha evolucionado desde una estrategia tradicional centrada en Occidente a una postura más equilibrada, multifacética e independiente, descrita como un 'cambio de eje'. En consecuencia, Turquía ha estado realizando cambios radicales en sus relaciones de alianza con la OTAN y Occidente y está haciendo una transición hacia un nuevo enfoque de política exterior. Turquía intenta desarrollar sus relaciones con Oriente reduciendo su dependencia de Occidente.
A pesar de ser uno de los miembros más antiguos de la OTAN, Turquía ha estado experimentando diversos problemas con esta alianza en los últimos años. En particular, el apoyo militar estadounidense a los grupos kurdos en el norte de Siria y la compra por parte de Turquía del sistema de defensa aérea S-400 han aumentado la tensión entre Turquía y la OTAN. Si bien la OTAN ve la adquisición por parte de Turquía de los misiles rusos S-400 como una grave amenaza a la seguridad, Turquía argumenta que está actuando de acuerdo con sus propios intereses de seguridad nacional. Debido a la crisis del S-400, Estados Unidos dejó a Turquía fuera del proyecto del avión de combate F-35 y se negó a vender más cazas F-16 a Turquía. Los cazas F-16 son la columna vertebral de la Fuerza Aérea Turca, y sin los cazas F-35, Turquía perdería su influencia contra Grecia en el Mediterráneo. Estos conflictos dentro de la OTAN han hecho que Turquía cuestione su posición en la alianza y recurra a asociaciones de seguridad alternativas.
Después del intento de golpe de Estado de 2016 en Turquía, las relaciones entre Turquía y Rusia han mejorado significativamente. Además, Turquía depende en gran medida de Rusia en materia energética. Además de comprar petróleo y gas natural, una empresa rusa ha construido y es propietaria de la única central nuclear de Turquía. Este acercamiento con Rusia ha causado preocupación en Occidente, mientras que el papel de Turquía en la OTAN ha sido puesto en duda.
En los últimos años, Turquía ha aumentado sus operaciones militares transfronterizas. Su presencia militar en Siria, Libia, el norte de Irak, Nagorno-Karabaj, Qatar y África refleja los esfuerzos de Turquía por convertirse en una potencia regional. En particular, las operaciones en Siria y Libia tienen como objetivo proteger los intereses estratégicos de Turquía en Oriente Medio y el Norte de África. Aunque estas operaciones ocasionalmente causan tensiones con Estados Unidos y la UE, Turquía continúa aplicando una política exterior que prioriza sus intereses geopolíticos y de seguridad.
La guerra entre Ucrania y Rusia reveló claramente la política de equilibrio de Turquía. Si bien Turquía apoyó a Kiev vendiendo vehículos aéreos no tripulados a Ucrania, mantuvo sus relaciones comerciales y diplomáticas con Rusia. Durante este proceso, Turquía implementó la Convención de Montreux e impidió que los barcos militares pasaran por el Estrecho del Bósforo hacia el Mar Negro. Posteriormente, fue sede de conversaciones de paz y asumió el papel de mediador neutral.
Turquía también ha experimentado recientemente cambios significativos en sus políticas de comercio exterior. Aunque Turquía realiza casi la mitad de sus exportaciones a países de la UE, ha comenzado a centrarse más en los mercados asiáticos, africanos y latinoamericanos. El aumento del comercio, especialmente con los países BRICS, ha fortalecido las relaciones económicas de Turquía con estos países. Además, Turquía, incluida en el proyecto 'La Franja y la Ruta' de China, está intentando remodelar su papel en el comercio mundial.
Turquía ha estado luchando contra problemas económicos como la alta inflación, que se ha sentido fuertemente desde 2020. No ha recibido todo el apoyo esperado de Occidente durante esta crisis. Los problemas diplomáticos con Europa y Estados Unidos han retrasado o inadecuada la ayuda económica, lo que ha llevado a Turquía a buscar fuentes de financiación alternativas. Los acuerdos económicos, especialmente con los países del Golfo, Rusia y China, indican la búsqueda de Turquía de apoyo de fuentes no occidentales.
La crisis económica y la falta de apoyo que se espera de Occidente han hecho que Turquía recurra a plataformas económicas y políticas alternativas como los BRICS. El fortalecimiento de las relaciones comerciales y económicas con los BRICS puede considerarse parte del deseo de Turquía de aplicar una política más independiente en el ámbito mundial. Además, la creciente cooperación económica con los países BRICS muestra que Turquía se está volviendo más hacia el Este en lo que respecta al equilibrio de poder global.
BRICS enfrenta divisiones internas y riesgos en busca de una alternativa al bloque occidental
El control de Estados Unidos sobre el dólar y el sistema financiero global le ha permitido utilizar sanciones económicas como herramienta para imponer su política exterior a otros países. Muchos países fuera del bloque occidental están preocupados por esta situación. Además, las guerras lanzadas por Estados Unidos en Oriente Medio y Afganistán han fracasado en gran medida y han causado graves daños a la estabilidad mundial.
Desde principios de la década de 2000, acontecimientos como la reafirmación de Rusia en su antiguo dominio regional, el reingreso de China a la política global como potencia económica o el fortalecimiento de India como actor autónomo en Asia Pacífico han fortalecido la demanda de un rebarajado de cartas en el juego global de muchos países.
En este proceso, muchos países en desarrollo han reforzado la idea de que no pueden sostener su seguridad nacional y su desarrollo económico simplemente integrándose al bloque occidental y aplicando una política exterior dependiente. Estos países parecen decididos a redefinirse como actores más independientes y, al menos por ahora, a aplicar una política de equilibrio.
¿Pueden los BRICS ser una respuesta a los diferentes países en desarrollo que están insatisfechos con el bloque occidental y que intentan reposicionarse? La respuesta a esta pregunta no está clara por el momento. Existen serios conflictos de intereses entre los miembros del BRICS en sus políticas económicas y exteriores, y todavía están lejos de establecer un sistema político y económico adecuado para implementar las políticas que afirman. Por ejemplo, incluso si los BRICS pudieran acordar una moneda de reserva alternativa distinta del dólar, sería una iniciativa que no podría llevarse a cabo sin correr el riesgo de que surgieran algunos conflictos a gran escala y tal vez guerras.
A medida que los BRICS desafían al bloque occidental y la desdolarización cobra impulso, los inversores buscan cada vez más alternativas como el sector inmobiliario internacional y los metales preciosos para proteger su riqueza de los mayores riesgos financieros y la inestabilidad monetaria
El bloque occidental está siendo desafiado por la alianza BRICS, lo que aumenta los riesgos geopolíticos para los inversores. Se percibe que los mercados financieros o de bonos conllevan mayores riesgos que nunca. La tendencia acelerada de la desdolarización está allanando el camino para un posible cambio financiero que podría afectar los ahorros y las inversiones vinculados al dólar estadounidense. Como resultado, muchos inversores inteligentes están explorando opciones de inversión alternativas para proteger su riqueza en previsión de una futura desdolarización.
Una estrategia popular es invertir en bienes raíces internacionales, tierras forestales o tierras de cultivo, que pueden proporcionar rendimiento a sus ahorros y al mismo tiempo protegerlos de una posible crisis financiera creada por la desdolarización. Quizás también prefieras invertir en oro, plata y metales preciosos para evitar la devaluación de las monedas fiduciarias. Los metales preciosos, en particular el oro, son históricamente la protección definitiva contra la inflación y las fluctuaciones.
Mientras los BRICS desafían la hegemonía occidental, muchos inversores exploran oportunidades de inversión alternativas para salvaguardar su riqueza y asegurar un futuro estable en un mundo cada vez más multipolar
El ascenso de los BRICS representa un contrapeso a la hegemonía global de Estados Unidos y el bloque occidental. El hecho de que Turquía recurra a esta alianza y reconsidere sus políticas centradas en Occidente indica que el cambio en el orden mundial se está acelerando. En este proceso, es obvio que el poder económico y la influencia política tradicionales de Occidente no serán tan fuertes como antes y que está surgiendo un orden multipolar.
Como expatriado, depender únicamente de las instituciones occidentales tradicionales para asegurar su riqueza, su libertad y el futuro de su familia ya no es suficiente. Considerar inversiones alternativas puede ser fundamental para protegerlo a usted y a sus seres queridos frente a la creciente incertidumbre, las tensiones internacionales y los desequilibrios económicos globales. Estaré encantado de guiarte si quieres elaborar un Plan B siguiendo de cerca los desarrollos globales. Puede suscríbete a nuestro boletín gratuito ahora para recibir la información más actualizada sobre oportunidades de inversión extraterritorial. De esta manera, también se pueden evaluar las oportunidades que han creado nuevas formaciones como BRICS.