China ha aumentado significativamente su influencia global en las últimas décadas, y ahora tiene un poder masivo sobre múltiples naciones en todos los continentes. Aunque EE. UU. sigue siendo relevante en la economía mundial, China está trabajando duro para superarlo. Sin embargo, es cierto que muchos países todavía admiran al mundo occidental.
Con solo mirar las metrópolis de Japón y Corea del Sur, verá que muchas empresas estadounidenses y extranjeras están operando allí, y los lugareños también pueden vestirse como occidentales. Los efectos de la globalización son tangibles y, por mucho que cada país tenga su cultura y forma de vida, no es difícil encontrar puntos en común.
Ciudad Prohibida, Beijing, China
Uno de estos puntos en común es la cantidad de productos y servicios que los chinos brindan a cada país. En muchas naciones occidentales es fácil ver un restaurante chino o una tienda regentada por chinos en casi todas partes. Es innegable que muchos países y regiones dependen de China, y uno de los ejemplos más destacados es África. Tal es así que expertos y académicos incluso han acuñado el término “relaciones Chino-Africanas”. África siempre ha sido conocida por ser una región pobre, pero los chinos están tratando de cambiarlo. El Instituto de Economías en Desarrollo de Japón reconoce que China está involucrada en proyectos de infraestructura en 35 países africanos.
Aunque China se dedica a muchas industrias, las más importantes son la energía, las represas, los ferrocarriles, las carreteras, el agua y el saneamiento. En otras palabras, China está proporcionando infraestructura. Además, la influencia china también se nota en países de Oriente Medio como Irak. Mientras que Estados Unidos y otras naciones occidentales intentaron destruir esta nación Árabe, China la está apoyando en su reconstrucción económica, recuperando su industria y mejorando la vida de los iraquíes.
¿Quién hubiera pensado que un estado comunista aprendería de sus errores y orientaría su economía hacia el mercado? El mundo de hoy depende más de China que China del mundo. Además de eso, China es despiadada y puede negociar con varios países a pesar de las diferencias raciales o religiosas. Este artículo revelará algunos datos y cifras para respaldar estas audaces declaraciones, y sabrá por qué China es una superpotencia económica.
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Liede Bridge Guangzhou, China
China nunca dejará de sorprendernos. Por mucho que se vean algunos símbolos comunistas en el Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), y los chinos consideren a Xi Jinping casi como una deidad, el enfoque económico de esta superpotencia asiática es todo lo contrario. Si todavía cree que todos los países son socialistas/comunistas o capitalistas, simplemente no está en lo correcto. El debate más importante de la actualidad es opresión versus libertad, y desde 2020 se ha hecho aún más evidente. China ha aumentado su poder económico gracias a las reformas orientadas al mercado y la apertura, pero sigue siendo un régimen opresivo.
El PCCh controla los medios de comunicación y cuenta con un sistema de crédito social que obliga a todos los ciudadanos a tener cuidado con lo que dicen y hacen. Dada la creciente influencia global de China, no es difícil ver que muchos países han probado este crédito social en sus territorios. Por ejemplo, Justin Trudeau ha declarado abiertamente que admira al régimen chino, y lo que ha hecho en los últimos tiempos es prueba de ello.
Tras el fracaso de la dictadura de Mao Zedong, principalmente por la pobreza y el hambre que provocó, en Diciembre de 1978, Deng Xiaoping se convirtió en el líder de la reforma del sistema económico que se llevaría a cabo en 1979. Este comité concluyó que el enfoque maoísta no producía el crecimiento económico esperado y debilitaba a China. En contraste, otros países Asiáticos como Japón, Singapur, y Taiwán se fortalecían como naciones industrializadas. Debido a las políticas de Mao, los chinos tuvieron que enfrentar dificultades como escasez de alimentos, ropa racionada, viviendas precarias e ineficiencia general en el sector de servicios.
Aunque Deng Xiaoping nunca intentó hacer la transición del comunismo al capitalismo, el país implementó diferentes mecanismos de mercado junto con una planificación gubernamental reducida y un control directo. Este programa intentó hacer la transición del comunismo duro a una “economía de mercado socialista”, que Vietnam también ha imitado. Entre otras decisiones inteligentes, China abrió zonas económicas especiales y trabajó arduamente para atraer inversión extranjera directa. Algunas de estas zonas incluyen Shenzhen, Hong Kong y Macao. Shenzhen es de hecho el Silicon Valley de China con firmas como Huawei; Hong Kong es conocido por sus bajos impuestos y su entorno favorable a los negocios; y Macao es el lugar de juego más grande del planeta, incluso más relevante que Las Vegas.
La agricultura dejó de ser el principal motor económico y el país se centró más en el sector industrial. Mientras que la energía verde y el cambio climático son las nuevas religiones mundiales, caras e inútiles, China juega con otro conjunto de reglas. De hecho, es un movimiento muy inteligente. China tiene la mayor huella de carbono, y gracias a ignorar el Acuerdo de París, su economía está en auge frente a otras naciones que apuestan por la transición energética. Sin embargo, China es un actor importante en la industria de los vehículos eléctricos (VE) y lidera la venta de vehículos eléctricos. Incluso Warren Buffet invirtió en el fabricante de automóviles BYD.
Una de las políticas centrales que explican el éxito de China a fines del siglo XX es la Ley de Empresas Conjuntas de Capital Extranjero de China, que impulsó la cooperación económica internacional y atrajo la deseada inversión extranjera. Esta ley cambió las políticas comerciales, los impuestos y la banca. En consecuencia, ayudó a China a experimentar una tasa de crecimiento anual del 9% entre 1979 y 1990.
Es fácil darse cuenta de que China es el exportador más grande del mundo. Deng Xiaoping fue de hecho un punto de inflexión para El Despertar del Dragón Rojo, y aunque algunos académicos pensaron que no mantendría su crecimiento a partir de 1990, lo hicieron. De hecho, entre 1990 y 2010, la tasa de crecimiento anual fue del 10,4%. La economía china sufrió la crisis financiera mundial de 2008, especialmente porque sus exportaciones se vieron gravemente afectadas. Las exportaciones chinas cayeron un 17,5% en enero de 2009 y un 25,7% en febrero de 2009, en comparación con los meses correspondientes del año anterior. Por mucho que sufriera, estaba en una posición mucho mejor que otras economías de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
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Hangzhou, China
Con todo, el modelo económico chino parece exitoso. A pesar de estar impulsado por el Estado, está orientado al mercado y ha dado forma a los sistemas económicos mundiales e internacionales. Abandonó la planificación central como estado comunista y está cambiando notablemente la historia. En 2010, China se convirtió en el primer exportador del mundo, y en 2011 superó a Japón como la segunda economía del mundo. De hecho, es un gran hito, pero no tanto como convertirse en el país más grande en términos de PIB a Paridad del Poder Adquisitivo (PPA). Esto lleva a otra idea crucial, que es la moneda.
Gracias al PPP de China, los chinos pueden obtener más valor por el dinero que gastan. Se espera que la moneda china, el yuan, se vuelva más valiosa, mientras que el dólar estadounidense ha estado en declive, especialmente debido a las políticas irresponsables de la Reserva Federal.
En 2021, la tasa de inflación de Estados Unidos fue del 7%, mientras que en 2022 fue del 7,1%. Independientemente de los datos, la verdad es que el estadounidense promedio está teniendo dificultades para pagar los bienes y servicios esenciales, incluidos los alimentos y la vivienda. En cambio, la inflación de China en 2022 no ha llegado ni siquiera al 4%.
Aunque la mayoría de las transacciones de petróleo involucran dólares estadounidenses, que es un buen estabilizador para la moneda estadounidense, Arabia Saudita planea aceptar yuanes cuando venda petróleo crudo a China. Riad ha estado muy descontento con Washington últimamente, por lo que considera a China como un buen socio comercial. De hecho, Xi Jinping declaró que China seguiría importando petróleo de los países del Golfo Pérsico.
Veamos algunas cifras más para aclarar la imagen. China ha estado experimentando un superávit comercial en los últimos años hasta el punto de convertirse en el mayor exportador mundial y el segundo importador mundial. Además, aquí hay un gráfico completo que muestra la economía mundial en 2021. El PIB de EE. UU. fue de $ 22,9 trillones, lo que representa casi el 25% del PIB mundial. Entonces, el PIB de China era de $ 16,9 trillones, lo que significa aproximadamente el 18% del PIB mundial. Estados Unidos, China, Japón, y Alemania representan más de la mitad del PIB mundial.
Para concluir esta sección, vale la pena señalar que los principales socios comerciales de China incluyen a EE. UU., Japón, Corea del Sur, Vietnam, Australia y Alemania. Sin embargo, en Octubre de 2020, China hizo un movimiento audaz que puede cambiar aún más el panorama económico. Firmó la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) con otros 14 países del Indo-Pacífico. Como resultado, involucrará a 2.3 billones de personas y aproximadamente el 30% de la economía mundial.
Distrito Histórico, Chengdu, China
En sus esfuerzos por hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, Donald Trump impuso múltiples aranceles a los productos chinos para dejar de subcontratar mano de obra al gigante asiático. Es bien sabido que China, al igual que el Sudeste Asiático, es la fábrica del mundo. Trump pretendía reducir la compra de productos chinos para favorecer a la industria nacional estadounidense.
De hecho, las importaciones estadounidenses de ciertos productos chinos, semiconductores, hardware de TI, electrónica de consumo, ropa, calzado y muebles, cayeron drásticamente. Sin embargo, algunos productos electrónicos, como computadoras portátiles y monitores, aumentaron durante el confinamiento en Estados Unidos. Recuerde que en 2020, China fue el único país con un crecimiento positivo del PIB del 1,2%.
¿Qué hicieron otros países en respuesta a la guerra comercial? Veamos algunos ejemplos. Samsung cerró su última planta de teléfonos móviles en China y se mudó a Vietnam. Nintendo trasladó su ensamblaje de Switch de China a Vietnam. En cuanto a las empresas estadounidenses, Apple trasladó su ensamblaje de iPhone de China a India. Y las consolas Xbox ahora se envían desde Vietnam además de China.
Algunas bolsas se vieron afectadas negativamente por este duelo de gigantes. Por ejemplo, el índice diario Nikkei 225 de Japón sufrió enormes pérdidas el 5 de mayo de 2019, cuando Trump anunció que EE. UU. aumentaría los aranceles sobre productos chinos valorados en $200, billones de dólares del 10% al 25%. Hoy en día, lo está haciendo mucho mejor. Las acciones Europeas no fueron diferentes durante la guerra comercial combinada con el Brexit.
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Chongqing, China
La conquista de China está lejos de terminar. Es probable que su influencia global crezca de manera constante gracias a su enorme Iniciativa Belt and Road. La versión actualizada de Marco Polo Silk Road ya está beneficiando a China. China no solo se está apoderando del Sudeste Asiático, África, América Latina y Europa, sino también de Asia Central. En el pasado, Asia Central fue de hecho el nexo entre los mercados y culturas orientales y occidentales. Sin embargo, esta región, aunque rica en materias primas y recursos naturales, está muy aislada y depende de Rusia.
Los planes de Xi Jinping incluyen el desarrollo de una vasta infraestructura de vías férreas, oleoductos y carreteras, entre otros proyectos. Como resultado, el yuan se volvería aún más valioso dado su uso internacional. Con todo, el régimen chino se está volviendo más poderoso cada día. Sigue siendo, sin duda, un régimen autoritario con visiones expansionistas. De hecho, a pesar de su violación de los derechos humanos y el estado de vigilancia, el crecimiento de China parece inevitable.
Como libertarios, no podemos sentarnos y aplaudir el desprecio del gobierno por la libertad personal, pero desde el punto de vista de los economistas, es prudente reconocer el poder que China ha ganado en geopolítica y economía. China ha logrado mucho y ha dejado espacio para que muchos países aprendan de su diplomacia económica. Muchos países de todo el mundo a menudo dejarán que la ideología woke tome el asiento del conductor y se negarán a negociar con los países debido a las diferencias culturales o sus leyes. El hecho de que China ignore las particularidades de otros países para aumentar su poder económico será la razón última por la que eventualmente será dueña del mercado financiero global.