Mientras los vientos geopolíticos permanecen turbulentos, la última crisis ha estallado en Rumanía. El 24 de diciembre de 2024, el líder nacionalista Călin Georgescu, conocido por su postura anti-OTAN y por sus supuestos vínculos pro-Rusia, ganó la primera ronda de las elecciones presidenciales. Sin embargo, el Tribunal Constitucional de Rumanía anuló posteriormente los resultados, lo que aumentó las tensiones políticas.
Esta extraña decisión, sin precedentes en la Unión Europea, se basa en la afirmación de que los rusos apoyaron la campaña electoral de Georgescu en TikTok. Con esta acusación infundada, que carece de evidencia concreta, el Tribunal Constitucional de Rumanía ha intervenido claramente en unas elecciones libres y ha perpetrado un golpe civil.
Mientras que la anulación arbitraria de las elecciones plantea dudas sobre la existencia de la democracia en Rumanía, el silencio de la UE ante este crimen contra la democracia sigue siendo una fuente de vergüenza. Se anunció que las nuevas elecciones presidenciales se celebrarán el 4 de mayo de 2025, pero aún no está claro si se permitirá la participación de Georgescu.
Rumanía es una de las regiones más importantes en la estrategia de la OTAN para rodear a Rusia. La OTAN y Bruselas ya han realizado enormes inversiones militares y políticas en Rumanía. Cuando la política democrática de Rumanía puso en riesgo la estrategia del bloque occidental de escalada militar, los globalistas no dudaron en menoscabar los principios democráticos. Este alarmante incidente también es un indicio de los mayores riesgos que podríamos enfrentar en un futuro cercano.
A medida que aumentan las tensiones globales, las potencias en competencia están dispuestas a recurrir a tácticas maquiavélicas para alinear a los países con sus propias políticas. Marquen mis palabras: este será el fósforo que encenderá el fuego. Elaborar un Plan-B para proteger tu patrimonio y tu libertad es aún más importante en estos días de incertidumbre.
Ahora, echemos un vistazo más de cerca a los vergonzosos desarrollos políticos en Rumanía y sus implicaciones.
Las elecciones presidenciales anuladas en Rumanía provocaron controversia, ya que las fuerzas pro-OTAN bloquearon la probable victoria de Georgescu, generando preocupación por la democracia y la intervención judicial
Rumanía, gobernada por un sistema semipresidencial, celebró la primera ronda de las elecciones presidenciales el 24 de noviembre de 2024. En esta primera ronda, el candidato independiente Georgescu obtuvo el primer lugar con el 22,95% de los votos. Elena Lasconi, del partido de centroderecha Unión Salvar Rumanía (USR), quedó en segundo lugar con el 19,18% de los votos. El líder del Partido Social Demócrata (PSD) y primer ministro, Marcel Ciolacu, ocupó el tercer lugar con el 19,15% de los votos. George Simion, candidato nacionalista de la Alianza por la Unión de los Rumanos (AUR), recibió el 15,23% de los votos.
Según los resultados electorales, Georgescu y Lasconi, una liberaldemócrata pro-UE, estaban destinados a enfrentarse en la segunda ronda. Con un desenlace aparentemente inevitable, la posibilidad de la victoria de Georgescu alarmó a la UE y a la OTAN. La contienda se comparó con la carrera presidencial de Estados Unidos entre Donald Trump y Kamala Harris, ya que Lasconi tenía pocas posibilidades frente a Georgescu.
Inmediatamente después de las elecciones, el AUR, partido anti-OTAN, anunció su apoyo a Georgescu. Georgescu se vio obligado a dimitir debido a una campaña en su contra cuando el AUR intentó postularlo como candidato a primer ministro en 2022. Por lo tanto, el total de los votos de Georgescu y del AUR es aproximadamente del 38%.
El PSD y el PNL, actualmente socios en un gobierno de coalición, están enfrentados entre sí. También está claro que estos dos partidos, que recibieron aproximadamente el 36% del total de los votos, no podrán respaldar con fuerza a Lasconi. Dado que se sabe que Georgescu puede captar fácilmente votos nacionalistas y conservadores de otros partidos, el temor de quienes se oponen a él ha alcanzado su punto máximo.
Por lo tanto, con gran hipocresía, en lugar de permitir elecciones libres, intervinieron en los comicios mediante el poder judicial. No sé cómo la democracia rumana conservará su apariencia de legitimidad tras este vergonzoso incidente, pero ciertamente, las personas que cometieron este crimen no están preocupadas por las elecciones democráticas.
El parlamento de Rumanía enfrenta una crisis, ya que las políticas nacionalistas de Georgescu, en oposición a la influencia de la OTAN y la UE, provocaron disturbios dentro del Bloque Occidental, destacando la importancia estratégica de Rumanía para la OTAN
El presidente, jefe de Estado y comandante en jefe, comparte los poderes ejecutivos con el primer ministro en Rumanía. Sin embargo, tiene el poder de elaborar la política exterior y nombrar al primer ministro para formar el gobierno.
Como resultado de las elecciones parlamentarias de 2024, ningún partido logró obtener una mayoría absoluta en el parlamento rumano. Aunque existe una coalición de partidos centristas, los problemas internos de este gobierno debilitan su poder. Bajo una posible presidencia de Georgescu, era muy probable la formación de un gobierno alineado con sus políticas.
Georgescu basó su campaña en el nacionalismo y la autosuficiencia. Se opuso especialmente a que la política exterior del país estuviera dirigida por la UE y la OTAN. Colocó la guerra de Ucrania en el centro de todo este debate. Prometió poner fin a la ayuda militar rumana a Ucrania y detener las exportaciones de granos ucranianos a través de Rumanía. Argumentó que tomar partido en esta guerra iba en contra de los intereses nacionales de Rumanía.
Georgescu también criticó la membresía de Rumanía en la OTAN, describiendo el sistema de defensa antimisiles de la OTAN en Deveselu como una "vergüenza" nacional. Además, abogó por mejorar las relaciones con Rusia e incluso por que Rumanía se beneficiara de la "sabiduría rusa" para orientar sus relaciones internacionales.
Sin embargo, a pesar de sus opiniones controvertidas, Georgescu ha negado públicamente ser pro-Rusia y ha sostenido que Rumanía debería restablecerse como un Estado soberano autosuficiente. Sus elogios pasados al presidente ruso, Vladimir Putin, y su postura sobre el conflicto en Ucrania han provocado un malestar significativo en el Bloque Occidental. La razón principal radica en la importancia de Rumanía para la OTAN.
La posición estratégica de Rumanía en el flanco oriental de la OTAN, sus bases clave y su apoyo a Ucrania la convierten en vital para la OTAN. La postura pro-Rusia de Georgescu podría afectar las políticas de seguridad de la UE
Rumanía es un Estado miembro de la OTAN y de la UE; limita con el mar Negro y comparte una frontera de aproximadamente 650 kilómetros con Ucrania. Esta ubicación la sitúa en una posición estratégica en el flanco oriental.
La Base Aérea Mihail Kogălniceanu, ubicada en el mar Negro, es una de las instalaciones más importantes de la OTAN en el flanco oriental. Se planea que, para 2040, se convierta en la base más grande de la OTAN en Europa. El Sistema de Defensa de Misiles Aegis Ashore también es una de las medidas más importantes de la OTAN contra las amenazas de misiles balísticos.
Rumanía también es uno de los miembros clave de la OTAN que suministró armas a Ucrania durante la guerra. Por ejemplo, Rumanía decidió donar un sistema de misiles Patriot a Ucrania y, además, apoyó directamente a la fuerza aérea ucraniana, proporcionando capacitación a pilotos ucranianos en aviones de combate F-16. Por lo tanto, con la guerra en Ucrania, Rumanía se ha convertido en una de las regiones estratégicas más importantes del flanco oriental de la OTAN.
El acercamiento de Georgescu a Rusia contradice las estrategias de sanciones y aislamiento de la Unión Europea contra ese país. Una victoria de Georgescu podría sacudir seriamente la política exterior común y las estrategias de seguridad de la UE.
La Unión Europea respaldó la anulación de las elecciones en Rumanía, ignorando la intervención judicial. La apelación de Georgescu ante el TEDH fue rechazada, lo que pone de relieve la influencia de la UE en la política rumana y genera preocupaciones sobre la democracia
La Comisión de la UE apoyó la intervención en las elecciones democráticas. La UE expresó su profunda preocupación por posibles intervenciones extranjeras en las elecciones, declarando que dichas intervenciones resultaban inaceptables. Asimismo, la UE ignoró la intervención judicial en las elecciones democráticas, señalando que respetaba la legislación interna rumana.
Tras la anulación de las elecciones, Georgescu presentó una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), alegando que la cancelación fue injusta y que se violaron sus derechos democráticos.
Sin embargo, el TEDH rechazó la apelación de Georgescu contra la decisión del Tribunal Constitucional rumano de anular las elecciones presidenciales de 2024. El TEDH rechazó por unanimidad la solicitud, alegando que la petición de Georgescu estaba fuera del alcance de la autoridad del Tribunal para imponer medidas provisionales.
No permitirán que Georgescu vuelva a participar en las elecciones. Todo este teatro se montó para que solo un candidato globalista aprobado por la UE pudiera ganar las elecciones presidenciales en Rumanía. Bruselas diseñará la política rumana a partir de una elección manipulada, ignorando la voluntad del pueblo rumano. La democracia rumana colapsada es solo un daño colateral para ellos. La crisis política en la que Rumanía caerá probablemente durará muchos años y la capacidad de la política democrática rumana para resolver los problemas nacionales se verá completamente destruida.
La anulación de las elecciones en Rumanía pone de relieve el enfoque de la OTAN de rodear a Rusia, lo que pone en riesgo la democracia y la estabilidad. Las tensiones en Europa del Este están aumentando; preparar un Plan-B es más urgente que nunca
La victoria electoral de Georgescu ha demostrado, una vez más, que el Bloque Occidental está decidido a continuar con el plan de la OTAN para rodear a Rusia, cueste lo que cueste. La vida de millones de personas, así como las elecciones democráticas, glorificadas como las instituciones más fundamentales de la civilización moderna, son como piezas de ajedrez que pueden ser descartadas en este juego global.
¿Podemos afirmar que este golpe a las elecciones rumanas no ocurrirá en ningún otro país europeo que se atreva a oponerse a las políticas de la UE y de los globalistas? Lamentablemente, el avance hacia una nueva guerra mundial continúa de manera constante.
Tomen nota: este es el partido que enciende el fuego. La tensión entre Rusia y la OTAN seguirá escalando en Europa del Este, en los Balcanes y en los países bálticos. En última instancia, la posibilidad de que la tensión entre los bloques occidental y oriental se convierta en guerras abiertas aumenta.
Construyendo un Plan-B proteger tu libertad y tu patrimonio es más urgente que nunca en esta lucha geopolítica global, cada vez más desequilibrada y en rápida escalada. Estaré encantado de ayudarte en este camino.