El gran reinicio es una idea antigua, la planificación económica central, reempaquetada con un nuevo nombre. La gran mayoría de los intelectuales no soportan la libertad. Creen que la humanidad es fundamentalmente defectuosa y necesita ser hecha nuevamente bajo su cuidadosa guía. A pesar de todo lo que han hecho los mercados libres para sacar a miles de millones de la pobreza, acabar con la hambruna y crear una prosperidad y riqueza incalculables, los intelectuales han pedido incesantemente la intervención del gobierno y la nacionalización total de la industria. Y, sin embargo, todos los experimentos de planificación y control estatal han terminado en un fracaso abyecto.
El campo de batalla más reciente para el Gran Reinicio llega en Ucrania. El gobierno Ucraniano ha instituido pagos en efectivo a los ciudadanos Ucranianos como recompensa por vacunarse. El llamado programa "ePidtrymka" solo permitiría a los beneficiarios gastar el dinero en actividades aprobadas por el estado, y los fondos se inactivan en cuatro meses si no se utilizan. Solo podían calificar las personas con un certificado verde de Covid que indicaba que habían recibido ambas vacunas. Si bien la cantidad inicial de ePidtrymka o "apoyo electrónico" era de solo 1,000 UAH, el programa se amplió para incluir otros 500 UAH para los ciudadanos que habían recibido una vacuna de refuerzo. Más tarde, otros 6,500 se distribuyeron bajo este mismo programa como ayuda económica para aquellos que habían perdido su empleo o negocio en áreas devastadas por la guerra. Funcionarios de alto rango del gobierno ucraniano han reflexionado públicamente sobre su deseo de instituir una Renta Básica Universal Formal.
A los ojos de quienes asisten al Foro Económico Mundial en Davos, el futuro de la raza humana es demasiado importante para dejarlo en manos de la gente común. En cambio, debemos confiar en su liderazgo ilustrado para salvarnos de nosotros mismos. Y lo que esto significa en términos prácticos es una mayor intervención y control de la economía por parte del gobierno, incluso cuando las economías Occidentales se lamentan bajo el peso de la regulación gubernamental de mano dura y agobiadas por niveles récord de deuda. En nombre del ambientalismo y el igualitarismo, quieren seguir una agenda de redistribución de la riqueza, socialismo y control estatal. No se equivoquen al respecto, la agenda del reinicio global es instituir un gobierno mundial del que no puede haber escapatoria.
Muchos políticos Occidentales han expresado su deseo de un gran reinicio. Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, ha sido dos veces orador principal en el Foro Económico Mundial. Los políticos Estadounidenses John Kerry y Joe Biden han dejado constancia de su apoyo al gran reinicio y su agenda globalista radical. Bajo la apariencia de “capitalismo de socios” (fascismo económico por darle otro nombre), los ultra ricos y los políticos que los sirven quieren consagrar permanentemente su posición como oligarcas en el nuevo orden mundial.
Si la llamada pandemia de Covid-19 nos ha enseñado algo, es que no hay límites sobre hasta dónde llegará la élite política para expandir su poder y su control sobre la sociedad. Bajo el gran reinicio, los individuos tendrán que renunciar a su autonomía por el bien del colectivo. Otro campo de batalla para el gran reinicio es Irlanda, donde los funcionarios Irlandeses han planeado implementar bloqueos al estilo de Covid en caso de una posible escasez de combustible provocada por el conflicto entre Ucrania y Rusia.
Según las filtraciones publicadas en el Irish Independent, existen planes de contingencia en todos los niveles del gobierno Irlandés que implementarían duras restricciones en el movimiento y el consumo de combustible. Se ordenaría a los trabajadores laborar desde casa, habría restricciones en los llamados viajes en automóvil "no esenciales" y las estaciones de servicio limitarían la cantidad de combustible que cualquier individuo podría comprar.
La agenda del gran reinicio es acabar con la noción de soberanía nacional y, en cambio, imponerle al mundo un organismo de gobierno mundial globalista (controlado por las mismas élites que están presionando para el gran reinicio, por supuesto). Después de todo, el futuro del mundo es demasiado importante para dejarlo en manos de la gente común. Y en nombre del ecologismo o la conciencia social, o cualquier dios pagano del momento, prohibirán comer carne, prohibirán conducir automóviles, prohibirán la propiedad en sí misma para que, en palabras del propio Klaus Schwab, "no tengas nada y seas feliz". Y serán dueños de todo, y estarán extasiados. ¿Y qué hay de las vidas de los ganaderos y trabajadores petroleros cuyos medios de vida y prosperidad se sacrifican en nombre del gran reinicio? ¿Qué pasa con las familias que apenas pueden permitirse mantener las luces encendidas tal como están?
El gran reinicio no es más que un asalto a la civilización Occidental y a nuestra forma de vida. Es un atrevido intento de las élites globalistas de tomar el control de la economía global y consagrar para siempre su asiento a la cabeza de la mesa. La belleza de la economía de mercado es que las personas y las empresas solo pueden tener éxito sirviendo a los demás, produciendo lo que la gente quiere y necesita. Pero bajo el gran reinicio, lo que quiere el público se vuelve irrelevante y todo lo que importa es lo que las élites a cargo piensan que es mejor.
Afortunadamente, no es demasiado tarde para contraatacar. Debemos hacer todo lo que podamos para resistir el control de los globalistas y el Foro Económico Mundial. Esto significa prepararse para la autosuficiencia, siempre que sea posible, construir fuertes lazos comunitarios y oponerse política e ideológicamente a quienes quieren rehacer la sociedad de acuerdo con su propia visión de cómo deberían ser las cosas.